La celebración, instituida por Pablo
VI, se celebra cada año en el primer día de enero y señala la línea diplomática de la Santa Sede.
"Vence la indiferencia y conquista la paz" es el lema que eligió el Sumo Pontífice
para la 49° Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2016.
"La
indiferencia en relación a los flagelos de nuestro tiempo es una de las causas fundamentales que va en desmedro de la
paz en el mundo", afirma el comunicado del Pontificio Consejo de la
Justicia y la Paz de la Santa Sede que difundió la elección del lema para el
próximo 1 de enero del 2016 en la
jornada Mundial de la Paz.
"La indiferencia actual es a menudo vinculada a diversas formas de individualismo que producen aislamiento, ignorancia, egoísmo y, esto lleva al desinterés", añade el documento que dio a conocer el mensaje papal que será enviado "a las Cancillerías de todo el mundo".
"El aumento de las informaciones de por sí no es sinónimo de aumento de atención a los problemas, sino es acompañado de una apertura de las conciencias en sentido solidario; para obtener tal objetivo es indispensable la contribución que pueden dar, además de las familias, los educadores, todos los formadores, los operadores culturales y de los medios de comunicación, los intelectuales y los artistas. De hecho, la indiferencia se puede vencer solamente afrontando juntos este desafío", señala el texto.
Asimismo, sostiene: "La paz debe ser conquistada: no es un bien que se obtiene sin esfuerzos, sin conversión, sin creatividad y sin dialéctica. Se trata de sensibilizar y formar al sentido de responsabilidad respecto a las gravísimas cuestiones que afligen la familia humana, como el fundamentalismo y sus masacres, las persecuciones a causa de la fe y de la pertenencia étnica, las violaciones de la libertad y de los derechos de los pueblos, el abuso y la esclavitud de las personas, la corrupción y el crimen organizado, las guerras que causan el drama de los refugiados y de los emigrantes forzados".
"La paz es posible allí donde el derecho de todo ser humano es reconocido y respetado, según la libertad y la justicia. El mensaje del 2016 pretende ser un punto de partida para que todos los hombres de buena voluntad, y en particular aquellos que operan en la instrucción, en la cultura y en los medios de comunicación, actúen cada uno de acuerdo a las propias posibilidades y de acuerdo a las mejores aspiraciones para construir juntos un mundo más consciente y misericordioso, y por tanto más libre y justo", finaliza el documento.